1. Haz tú las cosas

Esto puede sonar un poco agobiante, pero es esencial que al principio te involucres en todas las tareas que puedas. Mientras más responsabilidades tomes tú mismo, menos dinero tendrás que desembolsar para remunerar a un equipo de personas que trabaje para ti. De paso, con esto entenderás mejor las distintas fases del negocio y lo que se requiere para llevarlo adelante.

Todas estas experiencias son también buenas para asegurarte de recibir lo que necesitas cuando pagues por un servicio externo en el futuro. Por ejemplo, si te toma dos horas realizar una tarea específica, pero alguien que contrataste tarda cuatro, a lo mejor es momento de considerar cambiarlo.

  1. Elige la tarjeta de crédito correcta

El manejo inapropiado de tu tarjeta de crédito puede traducirse en dificultades económicas para tu PYME, así como elegir la correcta puede ser una gran forma de administrar con cuidado sus finanzas.

La tarjeta que elijas y las cuotas que tengas que pagar dependerán de la manera en que quieras utilizar esta herramienta: como medio de endeudamiento o como medio de pago. Fíjate en la tasa de interés que te cobren por usar la tarjeta y pregunta por los programas de fidelización que te ofrecen (de acumulación de kilómetros o puntos, por ejemplo). Esto puede reportar importantes beneficios para tu negocio.

  1. Compra equipos usados

Cuando estés armando tu oficina considera adquirir equipos y muebles usados. Puedes encontrar grandes ofertas en páginas locales como Yapo o Mercado Libre. En un primer momento asegúrate de sólo comprar lo básico. Después, cuando tengas un mayor flujo de caja podrás decorar tu oficina como quieras.

  1. Permuta servicios profesionales

Asegúrate de armar conexiones con otros profesionales que ofrezcan sus servicios y a su vez necesiten de tus habilidades de vuelta. Observa si es que existe interés mutuo con alguno de tus contactos para poder permutar servicios. Así podrás invertir tiempo en vez de dinero para lograr las tareas que necesites.

  1. Utiliza herramientas de marketing

Ahorra en pancartas y campañas para cuando realmente lo necesites. Por mientras, haz que tu misión sea convertirte en un experto de la fuente de marketing con mayor crecimiento del mundo: las redes sociales.

Abre cuentas en Facebook y Twitter (también puedes probar otras redes si es que se ajustan más al perfil de tu negocio, tales como Instagram, LinkedIn, Google Plus y Pinterest). Donde quiera que elijas estar presente, es importante que monitorees tus cuentas de manera regular, que te asegures de generar contenido fresco y que respondas a todas las dudas y comentarios que recibas con rapidez.

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